Gracias por ser mi amigo
Por visitarme ahora que he estado tan enfermo

Gracias por preguntarme
Por enviarme un saludo…

Porque en año nuevo
No podré ya responderte

Por regalarme una oración
Que mitigue mis dolencias

Por regalarme la silla aquella
Que se acomoda a la curva dolorosa de mis años

Por leer mis ocurrencias
Como si fueran grandes documentos

Por ser tolerante
Con las historias de este viejo

Su vieja repetidera

Gracias por ser mi hijo
Mi hija
Mi nieto
Mi hermano
O mi biznieta
Y comportarte como tal

Gracias porque siendo mi hijo
Entiendes que nada más puedo darte

Mi pírrica herencia
Son las palabras cinceladas en mi página

No esperes nada más hijo
En mi casa nada encontrarás
Solo pedacitos de cariño en cada rincón
Como a ti te gusta encontrar
Ahora que enfermo me vas a visitar

Gracias mujer
Gracias por haberme amado tantos años
Y por seguir haciéndolo en silencio como ahora
Eres esa almohada silenciosa que paciente escucha mi fatiga

Y tú mujer de mi crepúsculo
Gracias por amarme ahora
Cuando más te necesito

Eres la mágica poción
Que permite prolongar mis días

A ti sobrino
Gracias por seguir siendo el sobrino
Que me cuenta sus pesares y me pide mil consejos

Y tú mi niña
Gracias por ser la sobrina aquella
Que me habla con música de dioses al oído
Y nunca me abandona

Y cuando lo hace….
Con una sonrisa te las ingenias para nadie lo note

Gracias hija
Por llenar ese vacío de cariño fraternal
Que solo la caricia femenina puede hacerlo

Y tu amigo
Gracias por ser el amigo
Con el cual cuento en cualquier momento

El amigo que reserva un minuto al año
Para saludarme como si acabara de salir de mi morada

Gracias colega
Gracias amigo periodista
Por no olvidar que aún existo

Y gracias Dios mío
Por permitir que aún pueda dibujar
Ese torrente de ideas que a todas horas
Locamente vuela en las planicies de mi mente.

Por