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El NO de Fusagasugá otro ejemplo para el Caquetá

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El umbral para la consulta popular el domingo pasado en Fusagasugá, era de 34.800 votos, y votaron 39.175 ciudadanos, de los cuales el 99.49% dijo NO a la pregunta: “Está usted de acuerdo, si o no, que en el municipio de Fusagasugá se realicen actividades de exploración, perforación y producción de hidrocarburos, fracking y minería a gran escala?”, resultado que se convierte en un hecho histórico y en un ejemplo para el Caquetá, departamento que tiene en gravísimo peligro la cordillera y por ende la cuenca hidrográfica de los ríos Hacha, Bodoquero, Pescado, Sarabando, Orteguaza y Caquetá, debido a la licencia que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales ANLA, le concedió a la Emerald Energy para la exploración petrolera en los municipios de Florencia, Morelia, Valparaíso y Milán.

 

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La algarabía y la felicidad de los fusagasugueños al conocerse el resultado de la consulta popular del pasado domingo, tiene su razón de ser; se trata de la protección del Paramo de Sumapaz, un sitio estratégico por su importancia medio ambiental, con gran número de especies y regulador de la cuenca de los ríos Meta, Guaviare y el Magadalena; la decisión ciudadana va en contravía de una reciente decisión de la Corte Constitucional que dice que solo la nación puede decidir sobre el subsuelo, pero a su vez también va en contravía de un fallo reciente del Consejo de Estado, que dice que los municipios no solo tienen derecho a hacer consultas populares cuando la actividad extractivista amenace sus ecosistemas, sino que están en la obligación de hacerlo.

En el Caquetá, a pesar de la terrible amenaza que implica la licencia concedida por la ANLA, que pone en peligro la cabeza del sistema hídrico de la Amazonía, solo el municipio de el Doncello tiene una consulta popular en curso, pero en los demás municipios afectados, a excepción de la Mesa Departamental por la Defensa del Agua y el Territorio, nadie, ningún organismo oficial o privado, se ha atrevido a tomar la bandera de la defensa del ecosistema regional, gravemente amenazado por la reciente licencia de la ANLA.

En Florencia nadie ha dicho esta boca es mía; ninguno de los concejales de la ciudad que dicen defender a capa y espada a la ciudadanía, ha salido a la palestra a convocar a una consulta popular para frenar el avance de la Emerald, toda vez que la licencia cobija el bloque el Nogal desde Florencia, desde la cordillera en donde nacen entre otros, los ríos Hacha y Caraño que nutren el acueducto de la ciudad.

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Por los lados de la Asamblea del Caquetá, mucho ha sido el tilín y muy pocas las paletas; no se vislumbra el Diputado que logre convocar a la ciudadanía a una consulta popular que logre frenar, así sea momentáneamente, la voracidad de la Emerald. Los accionistas de esta empresa se deben estar frotando las manos ante la vergonzante indiferencia de la dirigencia regional.

 Los fusagasugueños dieron ejemplo de civismo al realizar la consulta y obtener un resultado contundente a favor del NO; es un primer y gran paso para defender el Páramo de Sumapaz de la voracidad de las petroleras; los caqueteños, con la  sola excepción de la Mesa Departamental por la Defensa del Agua y el Territorio, estamos quietos, dormidos, parecemos reses resignadas camino al matadero y mientras tanto, sigue entrando maquinaria y en poco tiempo comenzarán a chupar el agua de los ríos Hacha, Bodoquero, Sarabando, Pescado, Orteguaza y sus afluentes, para instalar los 50 pozos petroleros de las 10 plataformas proyectadas; serán millones y millones de litros de agua que se irán a subsuelo sin ninguna garantía de retorno y con la mirada complaciente de un pueblo que no sabe defender la mayor riqueza que tiene: su sistema hídrico.

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