La semana pasada fue violada, torturada y asesinada una bebecita de escasos 13 meses en una residencia de Florencia; en zona rural de la ciudad otra niña de 4 años fue violada, hoy una bebé de 20 meses, oriunda de una zona rural de San Vicente del Caguán, fue víctima de una paliza por parte de su padrastro, paliza que la tiene entre la vida y la muerte; tal parece que en esta parte del país están germinando semillas del mal peores al Monstruo del Chicó Rafael Uribe Noguera, el asesino de la niña Yuliana Samboní; “no son humanos, son verdaderos monstruos los que están atacando a los niños en el Caquetá”, reza una pancarta de protesta realizada frente a la URI de Florencia.

Algo muy grave está pasando en la sociedad, tal parece que el “demonio de Semana Santa”, como antiguamente decían los católicos, se está tomando al país, especialmente al Caquetá donde se han presentado crímenes espantosos que superan al del ya famoso Monstruo del Chicó Rafael Uribe Noguera; el caso del llamado monstruo del Bostezo, porque se presentó en una residencia de un barrio así llamado en Florencia, es verdaderamente espesluznante: un hombre de 19 años, Cristian Camilo Ruiz Betancourt, quien ya aceptó cargos, violó y asesinó a una bebecita de escasos 13 meses, sacándola en la madrugada por una ventana de la habitación donde dormían sus padres y llevándola a un piso superior donde la violó salvajemente, la estranguló y luego la dejó en una alberca donde fue encontrada por la policía que afortunadamente, en conjunto con la Fiscalía y Medicina legal, aclararon el caso en tiempo récord.

No se sabe aún por qué este monstruo, quien trabajaba como ayudande de cargue y descargue de camiones, estaba en la calle, si hace apenas cuatro años había hecho lo mismo con un niño de cinco en el municipio de Curillo al sur del Caquetá.

Ayer una niña de 20 meses fue trasladada desde el municipio de San Vicente del Caguán hasta el Hospital María Inmaculada de Florencia, a causa de una tremenda paliza que le propinó su padrastro y que la tiene al borde de la muerte, en estado de coma y con trauma cráneoencefálico; el monstruo también fue capturado y Bienestar Familiar se apersonó del caso que aún no se sabe en qué terminará.

Otra niña de cuatro años fue abusada sexualmente en una zona rural de Milán Caquetá, por una persona del núcleo familiar y sus padres se enteraron porque la bebé evidenció una enfermedad de transmisión sexual; el nuevo monstruo también fue capturado y judicializado.

De estos hechos espantosos la gran prensa nacional no ha hecho el despliegue que si hizo con el caso del monstruo del Chicó, quizás porque el asesino no era de la alta sociedad santafereña como sucedió con Uribe Noguera, pero sin dudarlo, en el Caquetá se están presentando casos mucho más graves como el caso del Monstruo del Bostezo que acechó a una pareja que llegó al terminal de transportes en la madrugada procedente del Huila, con una bebé de 13 meses, que se hospedó en una residencia cercana y que por el natural cansancio se quedó dormida mientras el asesino se coló por una ventana, raptó a la niña, la llevó al tercer piso, le practicó terribles vejámenes que no es nuestro estilo enumerar, la estranguló y luego la escondió en una alberca para salir tranquilamente del lugar. De verdad que son verdaderos monstruos los que están atacando a los niños en el Caquetá.

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