El anuncio del gobierno nacional en cabeza de la Ministra de Educación María Victoria Angulo, en el sentido de que el programa Ser Pilo Paga es inviable, que no se compadece con el déficit que el país tiene en materia de educación y que por tal razón se va a terminar, es una paradoja dolorosa para 40.000 familias que tienen sus esperanzas en la calidad de sus estudiantes pilo y que no entienden cómo gastar dinero en preparar una generación de profesionales de alta calidad, no es más rentable que sostener una cantidad exagerada de senadores y representantes con sueldos y prebendas astronómicas, además de políticos con esquemas de protección tan costosos, que ningún otro país en el mundo sostiene.
Los colombianos no dejamos de considerarnos como un país atrasado, un país donde la ciencia y la inventiva están en segundo plano, un país donde la politiquería ramplona se traga el presupuesto que se debería utilizar para preparar las nuevas generaciones, un país donde se gastan cientos de miles de millones en consultas populares; Ser Pilo Paga es quizás la única apuesta que le ha hecho Colombia al progreso, a la formación de una nueva generación de mentes brillantes que bien podrían sacarnos del atraso en muy poco tiempo.
Pero ahora el gobierno con el sofisma de distracción de que Ser Pilo Paga se come un presupuesto muy grande que se necesita para fortalecer la educación pública, le está dando una puñalada a la única oportunidad que tiene el país de consolidar una generación de profesionales de alto nivel que contribuyan a sacarlo de su atraso; el gobierno no se atreve a poner sobre el tapete que con los billones que se comen los parlamentarios, los expresidentes con sus esquemas de protección y los billones y billones que a diario esquirlan los corruptos, bien se podría fortalecer la educación pública al máximo y a su vez, continuar Ser Pilo Paga antes que las universidades extranjeras y otros gobiernos vengan y se lleven a las únicas promesas que tenemos para construir un país de verdadero progreso.