Morelia. Tal como lo habíamos denunciado por este medio y como lo habían denunciado las comunidades aledañas, la vía Morelia Valparaíso, al sur occidente del Caquetá, fue militarizada para garantizar a la multinacional Emerald Energy, la instalación del cableado para la sísmica; la fiebre del petróleo inició su carrera destructiva del ecosistema a la entrada de la Amazonía colombiana.
En múltiples foros y asambleas, las comunidades de Florencia, Morelia, Valparaíso, Milán, la Montañita y el Doncello, se han opuesto decididamente a la explotación petrolera en el Caquetá, apoyados por la Mesa Departamental para la Protección del Agua y el Territorio, pero el afán del gobierno nacional por cumplirle a las multinacionales del petróleo, ha primado sobre el derecho que tienen los ciudadanos a la protección de las riquezas naturales de su territorio.
Tal como lo hemos venido denunciando por este medio y como lo ha venido haciendo la Mesa Departamental, la instalación de 50 pozos petroleros proyectada para los municipios mencionados, implica el uso continuo de millones y millones de litros de agua que afectarán gravemente las cuencas de los ríos Hacha, Bodoquero, Pescado, Sarabando, Orteguaza y por ende el río Caquetá, poniendo en grave peligro toda la Cuenca amazónica.
Además, las chimeneas permanentes para quemar los gases de esos pozos, acabarán con los insectos, especialmente con las abejas, que son las polinizadoras que permiten el desarrollo de la agricultura.
El agua y la comida están en grave riesgo en el Caquetá que con el inicio de la sísmica por parte de las petroleras y la instalación de 50 pozos de explotación, en poco tiempo convertirán el paraíso verde de Colombia en un mortal desierto
A continuación y por considerarlo de vital importancia para el país, transcribimos textualmente el comunicado emitido por las comisiones por la vida del agua del Caquetá: