La emisión por parte de RCN de la serie el Comandante sobre la vida de Hugo Chávez y de “Alias J.J. Sobreviviendo a Pablo Escobar” en Caracol sobre la vida de Popeye, no solo son apologías al delito, sino un claro indicativo que muestra cómo los grandes medios de comunicación del país en su afán de rating, perdieron el rumbo y en vez de hacer periodismo serio y responsable, se están dedicando a conseguir audiencia como sea, cumpliendo con el fatídico silogismo de que el fin justifica los medios.
El despliegue publicitario que Caracol y RCN le están haciendo a estas dos series, sumado a las continuas notas que han publicado sobre estos personajes, mostrando como es obvio sus “hazañas”, que ante todo fueron transgresiones a la Ley y a las buenas costumbres, son una clara apología al delito, además de que muestran cómo estos medios están perdiendo el rumbo y en su afán de aumentar el rating están creando una imagen falsa que mucho daño le puede hacer a la opinión pública, en especial a los jóvenes que al ver este tipo de series, van a pensar que lo que allí se presenta es lo mejor para la sociedad.
Las desviaciones de estos dos canales de televisión no solo se dan con estas series, sino que cada uno está tomando partido por este o aquel político o movimiento político, hasta tal punto que dedican gran parte de cada uno de sus noticieros para tratar de vender esa idea, para tratar de sembrar entre la opinión pública, un sentimiento de solidaridad con alguna figura nacional duramente cuestionada por sus excesos cuando estuvo en el poder.
A los grandes medios nacionales les está faltando figuras cimeras del periodismo como Juan Gossaín y otros que antepusieron la ética al rating y que precisamente eso fue lo que les sirvió para estar siempre a la vanguardia de las publicaciones en Colombia; no estamos pontificando sobre el tema, incluso aceptamos que podemos estar equivocados, pero quienes por muchos, muchos años hemos seguido a estos medios nacionales, vemos con profunda extrañeza esta nueva era de sometimiento al rating que está afectando lo más caro que tiene el país: la niñez y la juventud.