Así como criticamos lo que consideramos a nuestro humilde saber y entender, salidas en falso del actual gobierno, así mismo aplaudimos lo que consideramos beneficioso para el país y entre esto se encuentra “la guerra a los terratenientes fantasmas”, que declaró la Ministra del Medio Ambiente Susana Muhamad, en Calamar Guaviare.

En Calamar, al referirse a las grandes extensiones de tierra deforestada en los parques naturales, la Ministra dijo: “Acaparar esos lotes, quemarlos y apropiarlos y poner ganadería es un acto no solamente ilícito sino que le están robando todo el patrimonio a los colombianos y eso hay que decirlo con todas sus palabras. Una cosa son los campesinos que han estado en estas reservas que tienen generaciones y arraigo, con sus juntas de acción comunal hace tiempo y otra cosa son los terratenientes que se están apropiando de los territorios”. Es la declaración de guerra del gobierno a los terratenientes fantasmas.

Por fin alguien del alto gobierno le pone el dedo a la llaga de la deforestación; son los grandes capitalistas con capitales no muy santos, quienes incitan a los sectores vulnerables de la población a tumbar, quemar y por ende deforestar, para después comprar esos lotes de los parques naturales que son patrimonio de los colombianos, llenarlos de ganado y legalizarlos, con lo cual también están matando dos pájaros de un tiro, porque legalizan capital y tierra y el campesino sigue siendo el que la lleva, perseguido por la Fiscalía para judicializarlo como ha venido sucediendo.

Por eso es excelente lo que dice la Ministra en el sentido de que no se puede judicializar a campesinos que llevan 30 o más años trabajando esas tierras, con su propias juntas de acción comunal, generando riqueza y a su vez construyendo país. No es al campesino al que hay que judicializar, es a quien aporta grandes capitales para que se deforeste y después legalizar grandes cantidades de tierra.

Buena esa Ministra, no nos apena decir que en cuanto al tema de la deforestación, está cogiendo por los cachos uno de los bravísimos toros de la corrupción y la lucha contra el cambio climático. La guerra contra los terratenientes fantasma, ha comenzado.

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