Héctor Manuel Ortiz

Amigo que llegaste ayer
Dejando arrugados un millón de corazones,
Que te vas sin avisar
Sin despadirte siquiera
Como un relámpago furtivo
Llevando tus Anécdotas a las praderas del infinito y dejando huérfanos a cientos de colegas que aún no asimilamos el doloroso golpe de tu partida repentina.
Adiós Héctor Manuel,
Alumno y maestro de la radio,
Dueño por derecho de los Diosas del Chairá, ejemplo del esfuerzo y esencia noticiosa de un gremio que nunca te sacará de la memoria.


Adiós negro consentido de la anécdota
Mago de la broma
Amigo del amigo en las buenas y las malas,
Hoy desde esta hermosa Casa del Señor lloramos tu partida, desde la misma Casa donde despedías los personajes por razones de trabajo.
Adiós negro de todos
Con las lágrimas buscando la salida, te damos el último adiós, la última despedida, pidiéndole al Señor que te acompañe en la partida

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