¡Es la primera Denominación de Origen para un queso en Colombia!, me explicaba con entusiasmo nuestro gran amigo y miembro de la Junta Directiva de Fedegán, Rafael Torrijos, cuando me invitó a escribir estas líneas, lo que hice con el mismo entusiasmo, curiosamente desde Nueva Zelanda, un país que ha logrado convertir a la leche y los derivados lácteos en factor de desarrollo nacional y principal renglón de exportación, al punto que sus calidades y precios son referente internacional.
Por eso es tan importante este logro del Comité Departamental de Ganaderos del Caquetá, de alcanzar, después de un denodado esfuerzo de cinco años, la certificación de la Denominación de Origen para el “QUESO DEL CAQUETÄ”, inicialmente para la Comunidad Andina, como un primer paso para ampliar tan importante presencia de marca a todos los mercados internacionales.
Es también una señal de optimismo para la ganadería colombiana y marca un derrotero sobre lo que se puede hacer cuando hay compromiso y visión de futuro, algo tremendamente significativo en un momento en que la producción lechera nacional pasa por un momento difícil y enfrenta la amenaza de las importaciones masivas por cuenta de los TLC, sin que las soluciones estructurales propuestas por el gremio para la reconversión del sector lácteo encuentren la respuesta urgente y decidida que debíamos esperar del Gobierno Nacional. Es, definitivamente, una lección de voluntad y entereza en medio de la crisis y las dificultades. La esperanza es lo último que se pierde, cuando antes se ha perdido la voluntad para enfrentar la realidad, por difícil que ella sea.
Este componente valorativo me lleva a dos consideraciones breves que no quiero dejar de lado. La primera, que el QUESO DEL CAQUETÁ es un producto de la ganadería amazónica colombiana, es decir, que esa denominación de origen lleva detrás una actividad productiva hecha a pulso, en una región tan emblemática como olvidada del Estado, bajo precarias condiciones de desarrollo y con una presencia marcada de la violencia que no ha dejado de azotar al sector rural, lo cual multiplica el esfuerzo y magnifica el logro.
La segunda tiene que ver, precisamente, con ese esfuerzo detrás del logro. La Denominación de Origen no es un diploma gratuito. La voluntad para construir futuro que han demostrado el Comité de Ganaderos del Caquetá y las empresas comprometidas en este propósito, se concreta en estrategias de Buenas Prácticas Ganaderas para obtener un insumo de calidad; y de proceso para garantizar esa misma calidad estandarizada en el producto terminado, lo cual requiere acciones importantes de capacitación y asistencia técnica, que hacen parte de un proyecto financiado por Colombia Responde.
Agregar valor a nuestro insumo ganadero a través de derivados con la calidad suficiente para obtener certificaciones tan importantes como la Denominación de Origen, y a partir de este logro proyectar la marca de QUESO DEL CAQUETÁ en el país y más allá de nuestras fronteras, es una estrategia que se constituye en ejemplo para la comunidad ganadera y para la cadena láctea colombiana. Así se hace. Ese es el camino para convertir la crisis en fortaleza y la amenaza en oportunidad. El camino para una nueva ganadería colombiana, que genere más riqueza y mayor impacto en la recuperación del campo y la construcción de la paz.
Por: José Félix Lafaurie Rivera,
Presidente Ejecutivo de Fedegán