queso Caquetá

Por Ramiro O. Saldaña F.

Cada vez que voy a Medellín a visitar a mi “viejo”, un caqueteño paisanizado que vive en Antioquia hace ya más de veinte años, le llevo unas “canecas” de aguardiente, productos de Arazá y “achiras” del Huila. A veces, cuando hay cosecha, procuro llevarle también plátanos verdes, chontaduros y caimarones. Al hombre le fascinan todos estos productos de su añorada tierra. Además, él los muestra y comparte con orgullo a un extenso grupo de amigos antioqueños quienes los degustan con asombro y admiración. Dice mi padre que esa es una forma de “contra-colonización” que él lleva a cabo en esas tierras montañosas, a cambio de la que ellos ejercieron en la suya hace ya muchos años. Bueno, y que todavía llevan a cabo por el mundo entero, pienso yo.

Este año, mi visita por tierras arrieras tuvo un nuevo ingrediente. A parte de los nombrados presentes que acostumbro llevar para la quijotesca “colonización caqueteña” de mi padre, hubo uno que logró despertar el pronunciado interés de propio y extraños. Se trataba de un producto extraído literalmente de las entrañas del Caquetá. O mejor dicho, de las entrañas de sus vacas. Su nombre: “Queso Caquetá” con Denominación de Origen. Sin duda, como casi todo lo que brota en esta tierra, un digno representante de la riqueza productiva de esta apabullada región del sur del país.

Mi padre y sus amigos comensales, no lo podían creer. Según sus propias palabras, ese “mana” selvático era una maravilla. Así que decidieron, y con justa razón, que de ahora en adelante sería un digno acompañante de una de sus legendarias y reconocidas viandas: “La arepa antioqueña”. No dudaron, también, en pedirme que por favor les enviara más de ese exquisito y cremosos manjar; por lo que me convertí en el improvisado “Escudero de mi padre” en su noble labor de colonizar mercados paisas con productos caqueteños.

La historia comenzó, cuándo a mi cuenta de facebook llegó un sencillo video que mostraba un nuevo producto hecho en el Caquetá. Me di a la tarea de averiguar de qué se trataba, y sí señor. El departamento cuenta ahora con un producto con Denominación de Origen llamado “Queso Caquetá”. Lo probé y me gustó. Así que decidí que mi padre, como todo buen caqueteño orgulloso de las cosas buenas de su región, debería degustarlo y darlo a conocer. Pero lo verdaderamente importante aquí, y que hay que resaltar también, es cómo poco a poco un grupo de visionarios de este Departamento han tomado las riendas del empuje y el emprendimiento de su región y preponderan la verdadera imagen que debe tener el Caquetá en el contexto nacional. Pensé, basta ya de coca y violencia. Este territorio, además de su inigualable belleza paisajística, ahora alucinará también los sentidos con sus quesos.

queso Caquetá
Fotografía: Guillermo L. González Rendón

Estuvimos de acuerdo, mi viejo, sus amigos paisas y yo, que este queso debería convertirse en el nuevo icono del Caquetá. Como otrora lo fueran su emblemáticas “canecas” de aguardiente, que eran embaladas en maletincitos de cartón decorados con fotografías de flora y fauna de la región. O como lo son ahora el café y los deliciosos productos hechos a base de Arazá o Copoazú. Esa es la mejor vitrina para que Colombia conozca nuestra verdadera imagen. Además, una Denominación de Origen, para los que no lo saben, no es fácil de conseguir. Es una calificación que se emplea para proteger legalmente ciertos alimentos que se producen en una zona determinada y que cumplen ciertos requisitos, contra productores de otras zonas que quisieran aprovechar el buen nombre que han creado los originales, en un largo tiempo de fabricación o cultivo. Quesos mundialmente reconocidos como el Roquefort, un queso azul francés de leche coagulada de oveja procedente de la región de Causses del Aveyron, debe su enorme distinción gracias a este importante reconocimiento de origen.

Por lo pronto, un pequeño mercado cerca a Medellín, Antioquia, ya ha sido cautivado. Reconociendo su sabor y su origen, y esperando, ahora, que seamos los caqueteños los primeros impulsadores de esta nueva conquista de un producto hecho con orgullo y dedicación en el Caquetá.