Terminan cuatro años de letargo en Florencia, con una administración indecisa, que desperdició la oportunidad de transformar, para dedicarse a hacer lo básico. Eso incluye haber mantenido una nómina que se aferraba a la compensación económica, sin demostrar en varios casos verdadero interés por servir a los ciudadanos.

Tampoco tiene mérito no haber endeudado al municipio; entre otras cosas, porque intentó comprometer vigencias futuras a última hora, en las extras de este diciembre. Por fortuna, el concejo tuvo el buen tino de negar el proyecto de acuerdo.

Por supuesto, hubo aciertos en el periodo de Luis Antonio Ruiz Cicery; hay que decir, además, que mantuvo una postura decorosa en las relaciones a las que se debe todo mandatario.
Pero, sus alcances reales fueron limitados y en buena parte obedecieron a políticas nacionales, como sucedió con la entrega de títulos de propiedad, por nombrar tan solo un ejemplo.
La pandemia, además, sirvió de escudo para pasar por alto soluciones a diversos problemas que cada día eran más evidentes. Ejemplo, la invasión del espacio público; una cosa es entender a quienes se rebuscan en las calles y otra muy distinta permitir el desmadre, a tal punto que se sabe de cobros irregulares por ocupar un espacio mientras los peatones se ven obligados a desplazarse por las calles, afectando la movilidad, con el riesgo de ser atropellados.

Para colmo de males, se acomodó la realización y entrega de obras, sobre todo de pavimentación, en plena campaña electoral, intentando inducir a los florencianos a votar por un candidato. Flaco favor se le hizo, de esa forma; lo que, por cierto, no tuvo eco en los órganos de control.

Entre tanto, florencianos y visitantes no dejaron de expresar su inconformidad, porque esperaban desarrollo y lo más que percibieron fue atraso o estancamiento.
Quedan asuntos serios por resolver, como el plan de ordenamiento territorial, el alumbrado público y tantos otros; pero, ya solo queda pasar la página, apoyando de entrada la administración de Marlon Monsalve, con un concejo igualmente responsable en la toma de decisiones que aporten al ideario de hacer grande a Florencia.

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