Edilberto Valencia Méndez

Cuando las horas
Se hicieron eternas
En una oscuridad inenarrable
Cuando nada veía
Solo sombras
Cuando ni siquiera
Podía dar unos pasos
Sin ayuda
Cuando creía
Tener mucho amigo
Y nadie
Ni siquiera llamaba
Cuando me vi al borde del abismo
Y nada ni nadie parecía detenerme
Entendí que la vida
Era un insignificante soplo de brisa
Y a muy pocos importaba
Si estaba vivo
O muerto
O solo deambulaba
Entre la vida y la muerte…
Decidí vivír
Volver a la palestra
Volver a ver
A caminar
A tensar de nuevo la lira
A moldear el verso
A caminar
Así sea con pasos lerdos
Y a bendecir a Dios
Por dejarme volver
A mirales las caraas
A quienes me hicieron a un lado
Para decirles gracias
Con todo el cariño del alma.

Por