Que los policías de la asonada de los Pozos fueron secuestrados, retenidos o se les tendió un cerco humanitario, que al Comandante de Policía Caquetá se le dictó orden de captura por omisión debido a que no le prestó apoyo a sus subalternos en los sucesos de los Pozos, el Presidente Gustavo Petro que sale a la palestra diciendo que él es el responsable de lo sucedido, el Juez Penal de Instrucción Militar que revoca la orden de captura después de la presión ciudadana y presidencial lo que tiene un tufillo a violación a la separación de poderes, la encrucijada de las reformas patinando entre las diferentes bancadas del Congreso, en fin, tal parece que hay un corto circuito en el alto gobierno.
Es indudable que la situación del país es en extremo critica; paros, bloqueos de vías, el Bajo Cauca y Sur de Antioquia en poder del terror del clan del Golfo, el Caquetá, Guaviare, Putumayo, Antioquia, Chocó y Santander en poder de la extorsión por parte de las disidencias de las Farc, tal como lo denunciaron los gobernadores en la pasada cumbre de Armenia, las consecuencias de la asonada en los Pozos que aún persisten y que tienen como marco mediático la orden de captura contra el Comandante de Policía Caquetá seguida de los trinos presidenciales en los cuales el Primer Mandatario se proclama responsable de lo sucedido y de inmediato la revocatoria de esa orden que fue cambiada por una citación a indagatoria…Un verdadero maremágnum de hechos y sucesos que tienen al país asustado sin saber para donde coger.
Y para colmo de males lo que está pasando con las reformas del Presidente Gustavo Petro que fueron la columna vertebral de su campaña y la razón de que obtuviera más de 11 millones de votos: ya le tocó retirar la reforma política, los conservadores dieron un paso al costado en cuanto a la Reforma a la Salud y van a presentar un proyecto diferente, la reforma pensional que parece concebida para descapitalizar a Colpensiones y que no le devuelve la prima semestral que les birlaron a los pensionados en el gobierno de Uribe y su trágico Ministro de Justicia Carrasquilla, además de cierto sentimiento de frustración de algunos escuderos de Gustavo Petro, como Roy Barreras quien rompió ante las cámaras el Proyecto de Reforma Política y a su vez dijo aferrándose a su natural protagonismo, que no quería más humillaciones para la Fuerza Pública.
Sin lugar a dudas hay un cortocircuito en el alto gobierno y el país está pidiendo a gritos que se encuentren soluciones rápidas y efectivas a lo que está sucediendo porque la institucionalidad está saliendo afectada. Ya es hora de que el Congreso de la República asuma con responsabilidad y rapidez su trabajo legislativo, sin tanta talanquera y sin pensar únicamente en las elecciones regionales que se avecinan, es hora de que el gobierno nacional entienda que ya pasó la campaña y que su deber es gobernar de acuerdo a la Ley y a la Constitución, ya es hora de que los jueces de la República actúen estrictamente en derecho y no se dejen manosear de los políticos de turno. Hay que solucionar este cortocircuito antes que estallen chispas de inconformismo en las próximas elecciones regionales.