Así nos duela porque la mayoría de los colombianos no aprobamos la gestión del Presidente Santos, lo cierto es que ayer, 23 de junio de 2016, día en que se firmó el Acuerdo de cese bilateral y definitivo del fuego y dejación de armas con Las FARC, es sin lugar a dudas el Día Histórico del siglo para Colombia, tal como lo atestiguaron 6 jefes de estado y las autoridades de las principales organizaciones del mundo, que estuvieron presentes en la firma que se efectuó en el Club Laguitos de La Habana; sin lugar a dudas, el gobierno la sacó del estadio.

La presencia del Secretario General de La ONU Ban Ki-moon, del Presidente de La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños Danilo Medina de República Dominicana, de los presidentes de Venezuela, Cuba, Chile, México, de los delegados de Noruega, Estados Unidos y El Reino Unido en La Habana para la firma del Acuerdo entre El Presidente Juan Manuel Santos y Timochenko, son una muestra clara y contundente de la magnitud del suceso y del apoyo del mundo entero a lo que se firmó en este día histórico.

 El país en general y los medios de comunicación en particular, apenas comienzan a digerir el documento que sin lugar a dudas, no solo es complejo por la variedad y cantidad de temas que abarca, sino que demuestra que en estos dos años de discusiones, si se trabajó, se tocaron los temas a conciencia y a profundidad, que lo de La Habana no fueron unas vacaciones como se quiso presentar a la opinión pública por los opositores del proceso y que en honor a la verdad, así nos duela a muchos, tenemos que reconocerle al Presidente Santos, que se jugó a fondo, que a pesar de los innumerables obstáculos que encontró en el camino, supo jugar bien sus cartas y logró su cometido de enrumbar al país por el camino de la paz.

 Trataremos de estudiar a fondo el documento para tener suficientes elementos de juicio que nos permita opinar sobre sus bondades o debilidades, pero en honor a la verdad tenemos que reconocerle al actual gobierno, que desde que se iniciaron los procesos de paz comenzando por el General Gustavo Rojas Pinilla en 1953 que logró la entrega de los guerrilleros liberales de Guadalupe Salcedo en el llano, siguiendo con los procesos de Belisario en 1982 y 1984, la desmovilización del M19 que logró Virgilio Barco en Marzo de 1990 y del EPL el 16 de mayo siguiente, los diálogos de Tlaxcala que fracasaron por el secuestro y asesinato del Ministro Argelino Durán hasta llegar a los terribles errores de Pastrana en            El Caguán que terminaron el 20 de Febrero del 2002 con el secuestro del Senador Eduardo Gechem, nunca antes gobierno alguno había logrado tantos avances con un grupo tan radical como el de Las FARC, como los avances que el actual gobierno logró y que se materializan con la firma del acuerdo.

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