Florencia. A pesar de la terrible deforestación para ampliar las fronteras de la ganadería extensiva y el sector agropecuario, a pesar de la contaminación de las aguas producida por los insumos del narcotráfico y los potenciales derrames de petróleo, el Caquetá sigue siendo una potencia eco-turística, quizás una de las más baratas de Surámerica.
El departamento es aún una gigantesca esmeralda donde la naturaleza con su pincel mágico y endiosado ha dibujado los más hermosos paisajes, las montañas más increíbles y las cascadas más espectaculares como la que apreciamos en la presente nota, ubicada en la Vereda las Iglesias del municipio de la Montañita.
En este prodigio de la naturaleza, millones y millones de hebras de plata, sostenidas por los gigantescos dedos de unas peñas gigantescas con un ruido aterrador descienden por la montaña en un espectáculo inverosímil de colores mostrando la hermosura portentosa de las bellezas que por doquier se encuentran en el Caquetá.
Y estas bellezas son fáciles y poco costosas de visitar; basta un guía, «un fiambre» como dicen en el Caquetá, deseos de hacer ejercicios y caminar, a internarse en la motaña a disfrutar con las melodías de miles y miles de aves con sus colores y plumajes, a cruzar decenas y decenas de riachuelos y a saciar la sed con las aguas virginales de esas míticas corrientes que juguetonamente descienden por la montaña hasta confundirsen en un gigantesco abrazo con los majestuosos ríos que se pierden por las llanuras del inmenso Caquetá.
Fotos. Jorge Leandro Cabrera Vasquez
Empresa operadora Finca Agroturistica las Margaritas RNT: 80800
Guía: Joleca Vasquez de turismo de naturaleza y aventura