Los enfrentamientos en las veredas de Albania, La Niña y La Reforma del municipio de El Paujil, no fueron más que carnadas para los campesinos mientras los técnicos terminaban la sísmica en otras partes de ese municipio y luego seguimos con Doncello, Cartagena del Chairá y Florencia, porque la sísmica se hace porque se hace y al Caquetá entran porque entran las petroleras, así se acabe con el agua y con todo, por eso el Director de Ecopetrol prometió que salíamos en 72 horas, porque ya estábamos terminando…fueron las palabras de un técnico de Petroseismic al llegar a Florencia, satisfecho de su pírrica hazaña.
Tal parece que los vaticinios que este medio de comunicación ha hecho sobre la entrada de las petroleras al Caquetá, se están cumpliendo al pie de la letra; al gobierno nacional poco le importan las protestas campesinas y decenas de años de lucha antisubversiva le ha enseñado toda clase de trucos para superar cualquier dificultad; el hecho es que al gobierno nacional solo le importa explotar los recursos naturales, en este caso el petróleo, sea como sea; lo importante es cubrir el gigantesco hueco fiscal que tiene el país y una deuda externa que ya pasa los 115.000 millones de dólares.
Los caqueteños hemos sido indolentes al extremo y hemos dejado a los campesinos solos, absolutamente solos en la defensa del agua y el territorio; su lucha ha sido la lucha del tigre con burro amarrado; ha habido campesinos heridos, familias invadidas por El ESMAD, gases lacrimógenos y bombas aturdidoras para asustar a las mujeres los niños y los ancianos y la gente del común no ha dicho esta boca es mía; solo cuando falten los productos del campo, cuando falte el agua, cuando falte la comida, nos vamos a lamentar de dejar a los campesinos solos en su lucha de David y Goliat contra las multinacionales apoyadas por la fuerza pública colombiana.
Se anuncia una manifestación simultánea en todos los municipios del Caquetá contra las petroleras el próximo 9 de septiembre; esperamos que esta propuesta pacífica y legal sea verdaderamente masiva de tal forma que obligue al gobierno nacional a pensar en la posibilidad de suspender las licencias de exploración y explotación en El Caquetá; si no lo logramos, los próximos disturbios serán en Doncello, Cartagena del Chairá y Florencia, y cuando comiencen con la cordillera que es la fábrica de agua de la capital del Caquetá, entonces veremos si continuamos indolentes y dormidos hibernando en la cueva dolorosa de nuestra brutal indiferencia.