Tomado del libro “Eròtica aventura”
Las frutas juveniles que maduran
En la llanura ardiente de tu pecho,
Que despiertan y se enervan
Al calor desesperado de mis besos
Son el fino aperitivo donde bebo
El impulso prodigioso de tu instinto.
En esas peras que se mueven
Al impulso agresivo de mi aliento
Encuentro la frescura que deleita
El fino paladar de mis esfuerzos.
En el punto central de tu cintura
Ojo del huracán de mis anhelos
Gozosas mis caricias se estremecen
Al ritmo de tus suaves movimientos.
En el lindero del musgo humedecido
Donde mis manos y mis labios se confunden
Los caminos de tu vientre son temblores
Oleadas de tu mìtico epicentro.
En el rojo purpùreo de tu cràter
Donde hacen remolinos tus espasmos
Mil soles de sangre se desploman
En cataclismos de pasión interminables.
En el combate de tu cuerpo con el mìo
Como molinos impulsados por el viento
Tus gritos, tus gemidos y mi esfuerzo
Catapultan la lujuria de los besos.
Y después de la lucha y la batalla
Cuando la fatiga detiene la tormenta
Tus besos y mis besos en racimos
En la estancia yacen moribundos.