La deserción escolar es un problema preocupante en cualquier país, incluyendo Colombia, es un fenómeno complejo que tiene múltiples causas y consecuencias negativas para los individuos y para la sociedad en general, la falta de interés en los estudios profesionales es solo una de las muchas razones que pueden llevar a un estudiante a abandonar la escuela.

En el caso específico de Colombia, el departamento del Caquetá ha enfrentado desafíos significativos en términos de deserción escolar debido a su historia de violencia y conflicto armado, durante muchos años, esta región ha sido afectada por la presencia de grupos armados ilegales, lo que ha generado un clima de inseguridad y miedo en la población, está situación ha dificultado el acceso a la educación de calidad y ha llevado a que muchos jóvenes abandonen la escuela para evitar exponerse a los peligros asociados con la guerra.

La guerra que ha vivido el país ha tenido un impacto negativo en la educación en general, los enfrentamientos armados, los desplazamientos forzados y la falta de infraestructura educativa adecuada en algunas zonas rurales han contribuido a altas tasas de deserción escolar en todo el país, además, la falta de oportunidades económicas y la pobreza también pueden influir en la decisión de algunos jóvenes de no continuar con sus estudios.

Es importante abordar estos problemas desde diferentes frentes, el Estado debe garantizar la seguridad en las regiones afectadas por el conflicto armado, fortalecer la presencia del Estado en áreas rurales y promover políticas educativas inclusivas que aborden las necesidades de los jóvenes en situación de vulnerabilidad, también es fundamental fomentar la importancia de la educación y las oportunidades que brinda a nivel personal y profesional.

Además, se deben crear programas de apoyo y becas para estudiantes en riesgo de abandonar la escuela, ofreciendo alternativas atractivas para su desarrollo académico y profesional, así mismo, es necesario trabajar en la creación de oportunidades económicas en las comunidades afectadas por el conflicto, para que los jóvenes vean un futuro prometedor y motivador en la educación y en la obtención de títulos profesionales.

En resumen, la deserción escolar, la falta de interés en los estudios profesionales y el conflicto armado en Colombia están interrelacionados. Es fundamental abordar estos problemas de manera integral, implementando políticas públicas que fortalezcan la seguridad, mejoren la calidad educativa y brinden oportunidades económicas a los jóvenes, solo así se podrá lograr una reducción significativa en las tasas de deserción escolar y promover la formación de profesionales en el país.

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