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En Morelia puede nacer el gran desierto de la Amazonía
El próximo jueves, en el coliseo la Alameda de Morelia, al sur del Caquetá, se realiza la Audiencia Pública Ambiental de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, que pretende otorgar licencia ambiental a la multinacional Emerald Energy, para la instalación de cinco plataformas petroleras a lo largo del río Bodoquero entre Morelia, Valparaíso y Milán, lo cual significa el fin del comienzo del ecosistema caqueteño; si las fuerzas vivas del Caquetá no se hacen sentir ese día rechazando tal pretención, el Caquetá, uno de los pocos paraísos ecológicos con que cuenta el país, desaparecerá en pocos años dando paso al nuevo y más grande desierto del mundo: el desierto de la Amazonía.
Da tristeza ver cómo un medio de comunicación regional, publicó que los campesinos de Morelia y Valparaíso quieren la explotación petrolera porque trae progreso a la región; de lejos se nota que quienes citan para que den tan descabelladas declaraciones, son enmermelados que están vendiendo a su región y al futuro de sus hijos por un plato de lentejas.
Porque la instalación de cinco plataformas multipozo del bloque el Nogal, que pretende la mencionada multinacional, implica la instalación de 10 pozos por plataforma, es decir 50 pozos en total, los cuales requerirán la exorbitante cantidad de 33 millones 600 mil litros de agua, solo para su instalación, además de que continuarán consumiendo cada uno 6000 litros de agua por hora, es decir: 300.000 litros de agua por hora; de dónde sacarán tanta agua sin dañar el ecosistema? Sin secar hermosas e importantes fuentes de agua como el bodoquero y sus afluentes?
Además de lo anterior, cada pozo tendrá un tea encendida las 24 horas del día quemando gas, contaminando el ambiente y destruyendo las abejas, que son las que polinizan para permitir el nacimiento de nuevas plantas; con qué cuento chino saldrán los representantes y los aúlicos de las petroleras ese día diciendo que eso no sucederá?
La profesora Mercedes Mejía, ecologista de la Universidad de la Amazonía, nos recuerda que 675 campesinos de Morelia y Valparaíso solicitaron audiencia pública ambiental representados por la Vicaría del Sur, puesto que desde el 2014 se han opuesto a la explotación petrolera en su territorio y a toda expltación minero energética; además pidieron un estudio ambiental sobre la región para determinar las consecuencias de una potencial intervención petrolera; el estudio nunca se hizo razón por la cual la Vicaría del sur hizo un estudio alternativo cuyos resultados serán presentados en la audiencia pública ambiental del próximo jueves 15 de marzo en Morelia; allí se sabrá la realidad de lo que puede suceder si la ANLA decide autorizar licencia a la Emerald, hecho que la empresa da por descontado.
A pesar de la férrea oposición campesina en esos municipios, en la región se hizo pozo estatigráfico y sísmica y ahora quieren completar su obra de destrucción con la licencia ambiental que pretenden obtener el próximo jueves; si las comunidades no se oponen por todos los medios legales a su alcance, la empresa obtendrá la licencia, dará unos contentillos económicos, sacará el petróleo, llenará de dólares las arcas de los corruptos y dejará al Caquetá convertido en un desierto; que queremos entonces, agua o petróleo?
Ahora bien, el transporte de crudo será otro riesgo gravísimo; el año pasado un carrotanque que llevaba crudo al Huila desde Los Pozos en San Vicente, se accidentó en la vía Florencia Suaza, poniendo en grave riesgo todo el sistema acuífero de la cordillerra que nutre al acueducto de Florencia; por fortuna el derrame se pudo controlar a último momento. Qué pasaría con decenas de carro tanques transportando crudo diariamente hacia el interior del país? Qué pasará con las vías y los puentes que no están diseñados para semejante trabajo?
La profera Mercedes Mejía, quien ha sido férrea opositora a la explotación petrolera en el Caquetá, en múltiples foros realizados por la Mesa Departamental del Agua y la Defensa del Territorio, ha presentado vídeos y documentos fotográficos como evidencia de la destrucción del medio ambiente que produce la explotación petrolera y la miseria, el hambre y la sed como resultado de esa política extractivista; los caqueteños vamos a dejar que eso pase?
El próximo jueves en Morelia el pueblo tiene la oportunidad de hacer sentir su voz y de imponer su voluntad en la defensa del territorio; si las comunidades no asisten en masa, si no se oponen férreamente a la explotación petrolera, si no se dejan convencer de los expertos para enredar la gente que tiene contratados la empresa, incluyendo algún medio de comunicación que deshonra la profesión, logrará frenar, al menos por un tiempo la voracidad extractivista de los accionistas de las multinacionales, y si por el contrario, no se hacen sentir, a la vuelta de pocos años tendrán que tomar petróleo por agua, bañarse en los pocos pozos contaminados que queden y ver cómo sus sementeras, sus cultivos y sus animales desaparecen, contribuyendo así a la formación del mayor desierto del mundo: el desierto de la Amazonía.
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